Mex Urtizberea, Republiqueta Comagnon, 2001

Republiqueta Cromagnon

Por Mex Urtizberea






Vacunas de hierro que matan.

Aviones que se despistan trágicamente.

Trenes destrozados.

Autos que corren picadas asesinas.

Motociclistas sin casco.

Rutas sin señalización.

Choferes de micros sin dormir sobre rutas sin señalización.

Esquinas fatales que esperan por un semáforo.

Alcantarillas traicioneras.

Barreras tramposas.

Hamburguesas sospechosas.

Cables sueltos, pelados, mojados, en lugares públicos.

Expedientes que se pierden.

Prófugos que no se buscan.

Justicia sólo de a ratos.

Documentos nacionales de identidad que tardan meses en llegar.

Documentos nacionales de identidad que se compran en cualquier lado.

Puertas de vidrios en escuelas.

Escuelas sin puertas, ni estufas, ni tizas.

Patovicas violentos que no figuran en ningún registro.

Burocracia para plantar un arbolito.

Arboles que se talan impunemente.

Elementos radiactivos que reparten cáncer a los habitantes.

Deposición sin esterilizar de residuos patógenos.

Deshechos industriales que contaminan el agua.

Aguas que se venden.

Barrios sin agua, con 37 grados de calor.

Pueblos inundados.

Cortes de luz sin responsables a la vista.

Estadios de fútbol cuyos alrededores se convierten en trampas mortales.

Trampas en las planillas, en las boletas, en los tickets.

Armas en cualquier mano.

Geriátricos y guarderías en manos de nadie.

Autos contrabandeados.

Discapacitados sin rampas.

Cordillera catamarqueña en venta.

Reservas naturales en venta.

Y un boliche asesino.

Desidia asesina.

185 muertos.

Estamos menos civilizados que el hombre de Cromagnon, menos avanzados, organizados, evolucionados.

Somos la República atada con alambre, hecha de cartón y media sombra, de coimas y negligencias, de piolas, bananas, vivos, langas, cancheros, pistolas, winers. De inspectores sólo de quioscos. De permisos permitidos ineficazmente.

Somos la República en emergencia, sin puertas de emergencia; en llamas, sin matafuegos.

Somos la República en la que una cadena de irresponsabilidades termina en una puerta de salida cerrada con cadena.

Somos la República de los 185 muertos porque sí.

Republiqueta de Cromagnon es tu nombre, Argentina