Teatro Itinerante 2007

Chau Misterix



Desde hace seis años se realiza en Buenos Aires el festival de Teatro Itinerante que va por los barrios llevando la propuesta cultural desde el Centro de la Ciudad hacia la periferia. El Festival de algún modo da lugar a los egresados y estudiantes de las escuelas y conservatorios de Arte Dramático para que se muestren, además de generar una vidriera de políticas públicas para la promoción cultural. Tatiana Santana, egresada de la EMAD (Escuela Municipal de Arte Dramático), dirige Chau Misterix, Proyecto Finalista de la EMAD y obra del dramaturgo Mauricio Kartun.
Este dramaturgo contemporáneo, creador de La Madonnita y recordado por su versión de Sacco y Vanzetti, a través de sus comedias y en esta en particular, busca señalar el distanciamiento con el que los seres humanos vuelven menos desgarrador el develamiento del destino, de lo inevitable y las imposiciones grotescas de la naturaleza, o bien de lo inobjetable que desequilibra un mundo estático y somnolientamente dulce –como el mundo de la infancia– interrumpido por absolutismos y mandatos. En Chau Misterix, el paradigma de la niñez es refutado, una vez más y contra toda prueba lógica, por las mutaciones que acusa el mundo adulto en la mente de sus protagonistas; Raúl, un menor impúber, opone a ese desencantamiento el juego del fabulador, como un sonámbulo que rehuye de la realidad, aunque ésta, finalmente, termine llevándole hasta sus trofeos más resguardados.
La obra dirigida por Tatiana Santana, circula entre dos perspectivas o formas de resolver el tachón que la verdad del crecimiento terminará operando sobre el sujeto de la niñez; por un lado, todo se transforma y formaliza en el lenguaje decodificado de las historietas (objeto concedido por los adultos a los fetiches de la inocencia), donde los villanos son villanos y reciben su merecido y los buenos logran realzar su probidad moral y hacerse con la recompensa; Eugenio Erretegui, disfrazado del héroe Misterix, trasvierte ese lugar y administra cautelosamente la desazón que sus semejantes le presentan en los juegos cotidianos: la profesora particular, un eclipse de sol que los cautiva, el hijo del escribano Améndola; pero, más doloroso e íntimo, todo el pathos de la obra de Kartun viene de golpe y no alcanza su eficacia si no es a través de la caída, la desilusión en contramarcha cayendo sobre el cuerpo del actor.

P–. ¿Cómo entran los autores nuevos al EAD?
Tatiana Santana: Bueno, en este caso no se trata de un autor nuevo, sino de Kartun que es de los nuevos un poco el maestro. Yo creo que en realidad, en la forma en que se trabaja durante la formación al principio son un poco los profesores los que presentan materiales aunque ya hacia el final uno puede trabajar con lo que se le canta. Los autores nuevos vienen de ir a verlos en realidad, porque hay cosas más complicadas pero son difíciles de conseguir. Es una cuestión de ir al teatro, y es una lástima que no haya tantos autores nuevos, hay más extranjeros, sí argentinos pero no tan contemporáneos. De Chau Misterix se hicieron varias puestas.
P– ¿Esta obra de qué año es?
T. S.: Esta obra es del 80.
P– ¿Y por qué elegir precisamente esta obra?
T. S.: Lo primero que pensé fue la cantidad de personajes, o sea buscaba obras que tuvieran como mucho cuatro roles. Esta obra la había visto cuando tenía 14 y la vi como diez veces, me había encantado, me quedó resonando siempre, y sabía que en algún momento la tenía que hacer; me pareció como un buen cierre de carrera además de gustarme mucho en particular dentro de la teatralidad argentina. En general, todas la obras que hice fueron de autores argentinos, me gusta mucho el teatro popular, me gusta la onda de llevar el teatro a los clubes, los barrios.
Justamente Tatiana disfruta las referencias a los cargos directivos que mencionan los personajes de la obra y las relaciones que encuentran los aludidos de carne y hueso que siguen la acción desde la cabina
T. S.: Los gerentes, que estaban al lado mío, hacían comentarios y cada vez que se hablaba del secretario por ejemplo, hacían asociaciones con tal o cual.
P– Por estos días se estuvo hablando del teatro realista en contraposición a una versión más experimental del material escénico. ¿Tuviste oportunidad de incursionar en estos últimos tipos de dramaturgia?
T. S.: No. Por ahora no me interesa. Por ahora me gusta trabajar con los textos y experimentar sí pero en cuanto a cómo abordarlos. La parte de la musicalización de la obra, por ejemplo, que no viene en el guión es algo que me encanta, el trabajo con las otras disciplinas para lograr la escenografía, la música o la actuación misma, es algo que me gusta mucho. Me parece el trabajo más interesante de la dirección, el trabajo grupal y cómo te complementa el otro, las complementaciones que se dan con los otros y de lo que uno no sabe, por ejemplo en la plástica, de la que yo no se nada; cuando me comunico con un escenógrafo me gusta, el intercambio, los distintos códigos, que siguen apuntando al mismo lado, que no es el código teatral, pero que cada uno ve desde su lado. Me parece interesante ese intercambio.


P– ¿Cómo se hallan con las puestas en escena de autores nuevos o contemporáneos, como es el caso de Mauricio Kartum?
Johanna Rua– Hay algo muy lindo: por momentos decimos cosas que nos son muy cercanas, no cronológicamente, porque se hablan de cuestiones que son de otra época como en este caso la década del ’60, pero la forma de hablar se nos vuelve más próxima, a mi lo que me gusta es eso, se te hace más fácil adueñarte del texto, costumbres o cosas que podemos vivir igualmente o que ya vivimos, tiene ese encanto.
P– Esta vez noté que tuvieron música en el escenario, ¿cómo se hallan en el trabajo interdisciplinario?
Rosario Albornoz– No, pero siempre está, a veces no se ve el piano; pero es cierto que hoy era más visible esa presencia técnica, pero en general son recursos que se van incorporando.
P– También veo que Uds. durante la obra se encargan de montar el escenario, como si el trabajo actoral incluyera el de los técnicos. ¿Se puede hablar de cierta intención experimental?
J. R.– Para mi no es ni estrictamente clásico ni estrictamente experimental.
R. A.– Tiene un poco de experimental, pero se maneja con la técnica que te van enseñando y hay cosas que uno tiene que ir aprendiendo sobre la marcha, tiene un poco de todo.
P. – ¿Y cuánto tiempo les tomó preparar el texto?
R. A.– ¿El trabajo previo? De cuatro a seis meses para esta versión.

La visión de la niñez y sus estigmas, en una puesta adecuada y, podría decirse, en el mejor de los mundos posibles que el tema podría haberle planteado a una historia que recién comienza.


FICHA TECNICA

Chau Misterix (de Mauricio Kartun)
con: Eugenio Erretegui, Rosario Albornoz, Pedro Merlo y Johanna Rua. Arreglos: Ezequiel Dalairac; Vestuario: Julia Rebottaro; Asistentes: Francisca Ure, ….. Rodríguez; Dirección: Tatiana Santana.