Martes 21 de julio, bar Los Porteñitos, 20 hs.



PROGRAMA


El escritor cumple con un gran payé que se le ha encomendado, y veremos enseguida a partir de algo etéreo como el teatro las limitaciones que impone la escritura, el gesto típico del escritor aunque me gane enemigos entre mis amigos. La fortuna (dike en griego) es la merecedora del milagro que derriva torres de alabastro, entre escombros se fragua la literatura.
Verlaine recopila estos poemas confinado en Bélgica. El estado de encierro es una marca que recorre el decadentismo hasta su cierre con la saga de Marcel Proust. Pensemos en Wilde, y un epítome anacrónico pero verificable de esta poética en la obra de Ezra Pound.
En una de las poesías que contiene esta antología de folletos de Verlaine, este dice: "lo raro es bueno, ¡qué idea bizarra!"
La lectura de algunas de las poesías correrá por cuenta en español de Santiago Meilán y en francés de Walter Romero.
Toda una herencia romántica en pleno parnasianismo anglosajón. "El Parnaso" bien pudo ser el local donde los seguidores de esta corriente pudieron haberse reunido también en París. Por lo demás, sólo dos anécdotas unen a Verlaine con Arthur Rimbaud, el primero poeta de renombre, el segundo poco menos que un paria, las cuales los convirtieron en célebres amigos.
Palabras como "pedante", "ingenuo", "bizarro", melancólico", eran consideradas positivamente.

Por lo demás, la idea es asistir a un ensayo preliminar de una obra proveniente de otras latitudes, y asimismo presentar el libro "Los últimos 55 minutos de la mañana" de Juan Rearte. Y junto a Cristina Monte hablar sobre la tarea del editor actual.

Organizaron Clara Anich y Yair Magrino. Las actuaciones serán de Oscar Asent, José Luis González y lectura en alemán de Juan Rearte.

Santiago Meilán

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