Qué quieren nuestros banqueros

Como hubiera dicho mi abuelo Floro "hoy somos jueves". Lejos de una irrupción ideologizada en la cocina de mi abuela Carmen, lo que hoy Floro le hubiese dicho a su esposa de toda la vida sería algo así como "viejita, salgamos el mismo lunes a pedir plata". Ha sido una escalada sorprendente la noticia acarreada por las circulares del Banco Central en torno a la programada emisión monetaria en vistas del ingreso de inversiones extranjeras. El fin de la etapa de zánganos kirchneristas se dará con bombos y platillos. Todo comenzó el sábado, con un titular minúsculo, pero que sirvió para agitar el avispero financiero. Se hablaba de bajar las tasas de interés en los préstamos a la economía doméstica. Sin embargo la información fue dándose en apenas cinco días de forma vertiginosa. Hoy jueves, el público ávido de dinero casi ha racibido con su diario el formulario de las casas financieras.
Las palabras claves fueron "consumo" y "producción". De ellas sólo la primera se sostuvo hasta el día de hoy. Las noticias en torno a la mesa de diálogo en los despachos del Central fijaban una disminución de 0.25% (!), las tasas de représtamo del Banco nacional a las casas minoristas de efectivo. Sin embargo detrás de esa cuenta que desenmascara el verdadero objeto de la puja dialéctica por el efectivo, para el diario La Nación la sintonía con la actualidad del conflicot en torno a la asignación de billetes 'derramados' hacia el país pasa por el ya ideologizado distintamente motivo de la SIGEN, figura institucional que aún no aparece en los cuerpos textuales de la realidad. Sin ser foquista, sintécticamente el titulero del diario de los Mitre ya hablaba el viernes sobre el tema de conversación que sería de la semana próxima.
El períodico de los Noble, sin embargo y afecto a indigestar a sus lectores los días domingos, aunque sea ya una movida global, pudo contenerse bien y nada publicó acerca de los highlights de la semana entrante. No así el lunes, feriado. El titular principal de dicho día es "Disputa por unos U$S 4 mil millones extra de cosecha". Es complicado pensar que toda la cuestión en torno a si modernizamos el living o no viene urdido desde tan lejos. Lo cierto es que el campo ha dado siempre para la economía, nuevamente, doméstica de la patria y ahí se aloja el sentido cortoplacista de esta apertura de préstamos baratos.
La discusión de fondo de la movida monetaria, monetaristas y tributistas es la gran dicotomía de las papas calientes, es que comience a moverse la dinámica de las Sociedades de Garantías Recíprocas, piedra basal de, si todo vaya a seguir como se calcula, los contratos autopartistas locales hacia las plazas automotricies cariocas. La verdadera discusión de fondo salvado este financiamiento del interregno del segundo período kirchnerista será cómo transitar el camino hacia la reconciliación con los verdaderos surtidores del efectivo necesario para circular por un nuevo ciclo ascendente concedido a este granero del mundo emergente.
Finalmente hoy, los plazos para esos préstamos baratos, se habla de un año y medio, quedaron muy lejos de las intenciones verdaderamente progresistas de la distribución para un gran sector de la población en vías de promoción social y abre interrogantes acerca de los préstamos otorgados. La otra pregunta es en torno a la recepción que tendrán las pymes de ese efectivo aperturado al público de consumo. Sin embargo la perspectiva apunta a que habrá que esperar una vez más, ya van tres desde que salieron a mercado, a que nuestro vecino consumista mejore su plasma. Prefiero que mañana sea otra vez domingo.
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