Shen Yun Performing Arts

Una mirada occidental sobre la escena de Oriente


Shen Yun Performing Arts


En un par de siglos la región que hoy responde a la República Chica se asistió a una nueva invasión bárbara, esta vez de los rojos, intentando reflotar una cultura ancestral, la compañía de Vina Lee de Nueva Cork, recrea la época de la dinastía Tang.


Oscar Asent


Antonin Artaud asistió en las islas de Bali a una experiencia iniciática en plena etapa de construcción de su método escénico: algunos años más tarde escribiría las líneas fundamentales del manifiesto del Teatro de la Crueldad. Había algo en el sistema artaudiano relacionado con lo rudimentario, con el pedernal y las cavernas inefables de los primeros habitantes humanos.

Con un colorido inigualable, Shen Yun presenta las leyendas de la China

No así en el espectáculo de Shen Yun. La isla de Bali era entonces una cultura subyugada durante centurias al dominio omnímodo de los emperadores de las culturas milenarias de China y Japón. Tierra de mongoles y samurais, seguidores de la enseñanza de Sakiamuni, la Katar de Marco Polo, China esgrime una historia de cinco mil años, comparable únicamente a los grandes indoeuropeos, aunque todos estos sin duda dignos de la estirpe de los hijos de Uruk.

Hoy, en este hoy que para chinos es igual a decir dos siglos ya: el XX y el actual, los encuentra en plena convulsión y soportando una invasión bárbara, una de las tantas que asedió esa región del extremo Oriente, esta cultura deudora de los emperadores de la dinastía Tang, precisamente en esta edad dorada, busca algún anclaje que impida la dispersión. La dinastía Tang constituye el blasón que une tanto a chinos como a budas, soviéticos, populares mongoles, etc.

Verdadero festín de aquellos tiempos, Shen Yun se remonta al siglo VI y hace alarde de representar la sucesión de las raíces más añejas de la chinidad. Como un verdadero circo itinerante, con 3 compañías simultáneas, recorren el mundo ofreciendo fragmentos de tal vez la civilización más antigua de la humanidad.

Cada año llegan al Río de la Plata para recrear el esplendor de una cultura que afronta la secularización como pocas y que tal vez ofrezca resistencia como ninguna. La directora de esta comparsa que de aquí continua viaje hacia Chile para retornar luego a Córdoba, nos ofrece algo de esa madera crujiente, esos chillidos y el colorido que había deslumbrado a Artaud entre los balineses, algo de ese exotismo, al menos, en tiempos de chatura y compacta homogeneidad.

Desde el principio, no obstante, se aclara que Shen Yun Performing Arts expone un repertorio de danza clásica china. Esto a veces se evidencia en el sexismo, igual al que se observa en el valet europeo. Sin embargo las leyendas, la estética general, la puesta, constituyen un acercamiento a formas elementales de arte, razón alejada de la idea de “espectáculo de actualidad”, que tanto criticaba Artaud.

El próximo año nos estarán visitando nuevamente, y con estas humildes palabras se les augura que entonces ninguna gripe opaque el evento, y esperamos que nuevamente rebalsen los escenarios porteños con nuevos esquemas de esa originalidad que atraviesa mas de 10 siglos de historia.



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