Realidades que molestan

Lomas de Zamora, 18 de diciembre de 2009

Sr. Director de Inspección
De mi consideración:

Por la presente se pide que se certifique que he tomado conocimiento del apartado del Estatuto, referido a licencias. Asimismo le extiendo los resultados del Proyecto “El barrio y sus vecinos” (Villa Lamadrid, enero 2009) según lo devengado en nota de diciembre 2009 por la Lic. Silvia Mel, y hago formal presentación del Proyecto “La relación de los vecino y su barrio” (misma ciudad, diciembre 2009), en referencia a dichos trabajos y la contextualización de la enseñanza.

Sin otro particular, lo saludo cordialmente






                                                          Santiago Meilán


INFORME


Lomas de Zamora, 20 de enero de 2009

En su informe como funcionario del gobierno de Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento advertía sobre “una Sociedad compuesta de mujeres con el objeto de propender a la difu­sión de la educación de las mujeres, tarea que ha sido desempeñada sin interrupción, aun en las épocas en que este ramo de la administración pública no pudo contar con el apoyo del Estado” (1954, XLIV: 12), en la que pudiera verse la institución de la política que recibiera diversos nombres, ya sean el de ‘manzaneras’ o ‘jefes de hogar’ entre los más recientes. En el estudio elaborado por el entonces director del Departamento de Instrucción Pública, el Estado educaba a 3749 niños, y los vecinos 3041 (ibid.: 20): se trataba de la educación no formal.
Por regla general, desde sus artículos en El monitor, publicación fundada en 1853, Sar­miento defiende sobre estudios dedicados al sistema de enseñanza de Prusia y otras nacio­nes Europeas como así también norteamericanas (ibíd.: 13), un 20% de la pobla­ción representada por niños en edad de escolarizarse sobre la población total, y contem­plando como escolarización real el 10%, excepto en sociedades irregulares como la abori­gen. (ibíd.: 31) Por ello el estudio en las encuestas contenidas a continuación en este in­forme, se dirige a corroborar o refutar dicha regularidad además de presentar el instrumento como medio de entablar relación con los encargados de la educación parbularia de la pobla­ción perteneciente al recorte estadístico planteado.
En la Escuela donde desempeño el cargo de Maestro, se desarrollan reuniones en el comedor de la Sra. Isabel. Desprovisto de los rudimentos que la educación formal supone, esta ins­trucción subsidiaria de la escuela debería adjuntarse a las disposiciones del macrocontexto escolar aunque con otras variantes. Según Ma. Eugenia Toledo (1998: 27-28), ese macro­contexto sería fácilmente reconocible en la dinámica del aula, donde “es muy común que los niños se distraigan jugando, pensando en otra cosa y no en lo que les están enseñando, mirando hacia un lado diferente del que deben mirar, leyendo algo distinto de lo que deben leer, haciendo algo que no es lo que deben hacer, pensando en algo distinto de lo que deben pensar o diciendo algo diferente de lo que deben decir. Deber que en mayor o menor me­dida impone la educación." (op. cit., p mi subrayado) El macrocontexto de la educación está marcado por ese imperativo, que puesto en el mayor grado de distanciamiento, es percibido por los sujetos de la institución como pasibles de sus imposiciones, y tendiente al mayor logro esperado que supone la cultura letrada. La educación no formal tal como la que se imparte en instituciones extraescolares, intentan entre otras saltar las barreras que de alguan manera hacen de la escuela un medio sociabilizador excluyen.
Ese orden de la imposición adquiere otras cualidades dentro del contexto de las institucio­nes vecinales de instrucción, pero soportan la misma carga restrictiva que la institución escuela con sus variantes.

Formulada para la población perteneciente a la Escuela nº 83 de Villa Albertina, Lomas de Zamora.

1.    ¿Qué significa para usted la palabra vecino?
2.    Integrantes de la familia
3.    ¿Cuántos cumplieron el nivel secundario?
4.    Cuantos saben leer y escribir
5.    ¿Cuántos tienen trabajo y de qué tipo?
6.    Describo la escuela a la que fui.
7.    Una sensación
8.    ¿Hay integrantes en la familia que en este momento estén internados o deteni­dos? ¿Dónde?
9.    Hospital, escuela,
10. centro penitenciario
11. hogar maternal
12. neuropsiquiátrico
13. ¿Algún integrante de mi familia abandonó la escuela? ¿Por qué?
14. Escriba lo más importante para usted cuando fue a la escuela.
15. Para usted, la escuela privada ¿qué es? ¿y la escuela pública?
16.  Del total de familiares entre 5 y 18 años de la familia extensa, estudian o han estudiado...

 
No sólo el transcurso del tiempo, desde que fueron escritos hasta la actualidad, sino las su­cesivas visitas que reciben los textos sarmientinos, hacen visibles los fines a los que el maestro argentino se había entregado. Sus informes, cuando aún era Director de Escuelas de la Nación, dirigidos a Mitre, están fuertemente sesgados por objetivos democratizadores, republicanos.
Si se siguiera atentamente un texto de Domingo F. Sarmiento, pudiera leerse claramente las metas de un Estado omnisciente y centralizador, mal de época, en el cual la Educación cumpliera el rol fundamental de ese ideal romántico de la civilización. Al lado de los demás textos fundacionales (Juana Manuela Gorriti, por ejemplo), los de Sarmiento hoy tal vez sirvan para introducir, aunque ya no sea bien visto por razones más que evidentes, algún trabajo monográfico universitario, o tal vez, para incentivar algún deseo burocrático des­actualizado y exhausto.
En 1856 Sarmiento hablaba de una población pasible de ser educada igual al 20 sobre cien de los habitantes de nuestra nación. De casi 50 mil niños, tan sólo recibían instrucción 24 mil, es decir menos del 10% de los habitantes de la floreciente Argentina. Si uno se atenía a la población indígena, obviamente la cifra apenas alcanzaba el dígito, pero sin embargo ello le permitía razonar al Director acerca de la educación no formal (valor que se ha desesti­mado del legado Sarmientino para siempre).
Aún sin un sí o un no que haga valederas mis intenciones, quien suscribe, un maestro de provincia sin una respuesta oficial al respecto, seguramente porque ya haya un departa­mento dedicado a este fin, aunque sin resultados a la vista, se ha propuesto realizar estas estimaciones para la población escolarizable del servicio educativo al cual pertenece.
A partir de dos o tres conceptos elementales de la etnografía, la sociología de Goffman, voluntad y sobre todo una gran cuota de humildad, pude corroborar lo que intuitivamente sabía. Las cifras empeoran y esto bien pudiera responder a una lógica sensacionalista, como la que también podía leerse en la prensa de la generación del ’80, aunque dado el contexto, en ese sentido la temática de drogas y violencia acaparan toda la atención al respecto en la actualidad.
Hay datos que Sarmiento esconde, creo, por pudor. Uno referido a la tasa de crecimiento familiar. De las unidades familiares consultadas, los niños por matrimonio de padres mayo­res de 40 años no baja de 6. Lo cual en un contexto depauperado nos habla de un índice alto de riesgo social, no hablamos de familias aristocráticas como la de Sarmiento. De esos 6 niños en edad escolar, por lo menos uno ha abandonado el nivel primario, y ello guarda relación con idéntica situación en el caso de los padres.
Si la medición se extiende a la familia extensa, la percepción de fracaso escolar se multi­plica por 4, es decir, la posibilidad de que los sobrinos de la persona encuestada dejen de concurrir a la escuela aumenta en un 400%.
Consultada una informante calificada, son comunes los casos en que una discusión entre esposos quede saldada con un embarazo, muchas veces no deseado. En esta zona del co­nurbano, la mujer encinta se halla altamente invisibilizada: no se le da el asiento en los me­dios de transporte, como un ejemplo.
Si se midiera la tasa de abandono escolar en edad de educación secundaria, los números son desoladores. La expectativa mayor es culminar 9º año, lo que en la Provincia de Buenos Aires es llamado Educación Secundaria Básica. El barrio no cuenta con una escuela de ni­vel Polimodal.
   Las respuestas (cuadro 1), a medida que se iban desarrollando las entrevistas, fueron va­riando desde un  primero momento en que estas respondían al imaginario del entrevistador (Ander Egg, 2005; Cirvini Iturre, Rubén, 1986: 66), para llegar a respuestas, como figura en éste último, que satisfacían el imaginario personal del entrevistado (ibíd.) Si las perso­nas entrevistadas en la unidad del comedor de la Sra. Isabel mostraban una perspectiva ne­gativa respecto de la situación escolar de los niños y adolescentes de su entorno, aquellas que eran entrevistadas en la unidad escolar estatal se ajustaban más al ideal.

CUADRO 1
grupos familiares entrevistados
cantidad de niños en edad escolar
escolarizados
no escolarizados (abandonaron o no van)
comedor: 10
57
46
11
escuela: 4
8
8
-
   
    En el cuadro 1 puede verse la diferencia que se percibe en cuanto al índice de ni­ños respecto de cada unidad parental. Mientras que en el comedor dicho índice resulta de 5,7 hijos por matrimonio, en el caso de las personas entrevistadas en la escuela, dicho ín­dice disminuye a 2 por matrimonio. Este último además soslaya la inclusión de integrantes de la familia extensa como pertenecientes al grupo familiar, mientras que en el otro caso, si bien lo lazos solidarios se estrechan, la familia extensa no es considerada parte del grupo familiar. Así, los hermanos solteros, son estimados como elementos en disponibilidad res­pecto de los nacimientos. Entre los niños y adolescentes no escolarizados, fugura uno en el relato barrial, Nicolás, el cual dejó la escuela con la intención de ayudar a sus padres traba­jando.
    Entre el total de adultos (cuadro 2), los escolarizados se contabilizan junto a los que ac­tualmente se encuentran institucionalizados ya fuera en cárceles, neuropsiquiátricos, gran­jas de rehabilitación, hogares maternales o juzgado de menores, aunque estos dos últimos casos no arrojaran resultados en las entrevistas. Es posible que el fuerte vínculo que se es­tablecía entre el entrevistador y la institución escuela, recortara significativamente los re­sultados que se planteaban en las entrevistas, lo cual puede responder a una autocensura respecto de lo que querría mostrarse fuera de la comunidad, una brecha entre las cosmovi­siones de cada interlocutor, con la correspondiente subestimación, o bien olvido y demás circunstancias contextuales que intervienen en las situaciones de entrevista.

CUADRO 2
cantidad de adultos considerados por los interlocutores
institucionalizados (cárceles, hosp. psi­quiátrico)
estudios completos
estudios incompletos 
varones: 38
8
25
13
mujeres: 21
 -
3



no respondieron: 15
total: 59
8
28 
 16

    La tasa de institucionalización, ya sea por motivos criminales o bien médico-jurídicos aumenta cuanto más se extiende el rango correspondiente a la familia extensa. Por lo gene­ral los lazos familiares se rompen más fácilmente cuando se dan casos de criminalización o medicalización. La aceptación de casos de individuos institucionalizados dentro de la pro­pia familia del entrevistado son vividos con un sentimiento que mezcla resignación con orgullo, en elevado grado equivalente a aquel con que se tolera dentro de la escuela misma la rebeldía de los alumnos 'difíciles'. Nuevamente la dificultad de quiebre del etnocentrismo hace que la determinación de la frontera entre estudios incompletos y estudios completos (el constante cambio en la legislación abona o recubre esa confusión), sumada a los senti­mientos de minusvaloración, impide en la mayoría de los casos la exactitud en la cantidad de adultos que no han concluido sus estudios, sean primarios cuanto secundarios.
    

Al mismo tiempo, en relación a la correspondiente situación pedagógica que debería con­templarse a partir de la investigación realizada, y para ello se aprovecharía la entrevista con los adultos para realizar la siguiente encuesta a los alumnos de la escuela que suponía cierto recorte en la población seleccionada. Las preguntas dirigidas a los concurrentes de la uni­dad escolar son:
1-¿En qué materia prefirís profundizar el año que viene?
a.    lengua
b.   matemática
c.    sociales
d.   naturales
2- ¿Cuál te gusta más?
a.    lengua
b.   matemática
c.    sociales
d.   naturales
3- ¿Cuál es más útil?
a.    lengua
b.   matemática
c.    sociales
d.   naturales
4- ¿Cuál es más difícil?
a.    lengua
b.   matemática
c.    sociales
d.   naturales
El supuesto metodológico impone la repregunta. Esto es, de acuerdo a circunstancias con­textuales el interrogado podría estar respondiendo de acuerdo a ese imperativo institucional, de acuerdo a un significado vocacional o tendiente a objetivos idealizados. Por ello la reite­ración en torno a los cuatro grande espacios curriculares se dirige a determinar una grilla en la cual se contemple las distintas variantes que supone la pregunta sobre contenidos.
Uno de los problemas con que se enfrenta el investigador de campo es el etnocentrismo. Similar a la situación en que este problema se le presentó a Harald Eidheim, en un trabajo en el contexto de la sociología del estigma goffmaniana (Barth, Fredrik et. al, 1976: 64 y ss.), y en cuyo caso tampoco pudo arrojar alguna pauta superadora, en su condición de no­ruego frente a la ‘arrogancia’ de los lapones en ese país. Es por ello que supone una tarea extra el tomar conocimiento de los efectos que produce el trabajo del investigador, a veces retroalimentando la clausura etnológica de la cultura investigada. Sin embargo es destaca­ble la importancia que recubre el trabajo de campo como técnica de comprensión de deter­minados elementos de la cultura a la cual se pretende abordar, sobre todo, en las circuns­tancias en que este trabajo se centra. Sin embargo, cabe señalar que la naturalización de este impedimento conlleva a la perpetuación del estigma que encarna el investigador mismo. (Eidheim, op. cit.: 70)



Cabe destacar la primera imposibilidad con que se tuvo que luchar al no poder establecer contacto con el informante luego de numerosos intentos. La causa principió en las obliga­ciones contraídas por Isabel respecto de su rol al frente del comedor comunitario. Hecho sobre el cual versó una de las entrevistas. En las restantes conversaciones se intentó arribar a un medio eficaz para acceder a los informantes que deberían responder al cuestionario presentado.



2DO PROYECTO DE INVESTIGACIÓN DE "ESCUELA ABIERTAS"


AVANCE


Lomas de Zamora, 2 de enero de 2009


INTRODUCCIÓN

En circunstancias anteriores se han valorado los desarrollos de planificación a partir de secuencias y en dicha ocasión se hizo mención a la necesidad de poner en conocimiento del docente el contexto en tanto se entiende a este como un macrocontexto que luego actuará en el aula. (op. cit.1998: 27-28) Seccionar, fragmentar: la relevancia de la contextualización del conocimiento para la organización de los contenidos pone a la maestra en la obligación de llevar a cabo una continuidad entre uno y otro, muchas veces enfrentando las resistencias propias de la institución, como así también la propia escolarización y demás fenómenos circunscriptos a la enseñanza. Todos estos elementos hacen que muchas veces se pierdan o mejor decir, se haga invisible la finalidad de la enseñanza. (id. 110)
En dicha ocasión hicimos hincapié en detallados parámetros de contextualización presentes a la hora de seleccionar en el Diseño Curricular los contenidos disciplinares por nivel. Seguramente el más grande obstáculo que se presenta a la hora de abordar las secuencias desarrolladas por la maestra en su Proyecto es precisamente el de la interpelación por la finalidad, que emerge con formas cada vez más innovadoras, podría decirse. De manera tal que se busca la integración entre las secuencias y la Realidad que ayudaría a los beneficiarios de la experiencia de enseñanza para comprender, sin hacer de la pregunta “¿por qué?” componente permanente de su trabajo de negociación de saberes.
Teniendo en cuenta lo elaborado en el contexto de la Escuela ‘Villa Lamadrid’ en el trabajo mencionado (op. cit., 2009) precisamente se apelaba a reconstruir aquellos lugares en que el desconocimiento proponía una brecha donde la intención de integración debían competir con los efectos del conocimiento de los beneficiarios sobre sí mismos. Esta situación impide muchas veces no sólo el abordaje de la materia de estudio, sino también la validación prevista en el aspecto comunicativo, dadas las figuras de que habla Antelo, entre las cuales menciona al partero, el que lleva adelante la organización, lugares donde encontramos una crew, tal como referimos anteriormente. En este sentido la falta de compromiso ocupaba el primer lugar respecto del trabajo entorpeciendo la secuenciación hasta volverla objeto de cuestionamiento en lugar de despertar interés o actitudes que involucraran a los beneficiarios con los recursos tendientes a la ampliación de los conocimientos.

DESARROLLO

Si en aquella oportunidad se intentó relevar en algún sentido el aspecto familiar y de pertenencia, esta vez se dará a continuación mayor relevancia al aspecto relacionado con la redacción de proyectos, por un lado, los cuales se caracterizan por contener algo sustancial respecto de los procesos individuales a programar con vistas a futuro, y por otro, la relación de los vecinos con su barrio respecto de la vida cotidiana (consumo, transporte, vida cultural y ocio). Con un proyecto se prevé que sean propuestas las acciones que lleven a la realización del proceso y con él la consecución de objetivos a la vez más generales. Para ello se espera que el documento brinde estrategias como así también un conjunto de medios e instrumentos orientados a tales fines. (Ander-Egg y Aguilar Ibáñez [2005], 11 y sigs.).
La importancia de trabajos realizados en base a la investigación social, sobre todo en contextos para los cuales no existe un trabajo sistemático que aporte luz a dinámicas y grupos sociales característicos de determinadas regiones de la Provincia, responde más allá del objetivo de conocimiento, una estrecha relación con el desarrollo de las instituciones en dicho contexto. Los métodos de investigación que siguen el desarrollo de las sociedades que las reclaman, se van ajustando a sus necesidades. Si en otras circunstancias se entrevió la posibilidad del uso de instrumentos cuantitativos, con las observaciones que entonces se explicitaban, a medida que el trabajo iba avanzando se vio la necesidad de adaptar un instrumento que diera cuenta de los objetivos generales de la investigación.
Entonces, como ahora, la necesidad de una aproximación al conocimiento del contexto socio-cultural en que se desarrollaba la práctica pedagógica planteaba un profundo desconocimiento que presentaba al docente una distacia que en términos Octavio Fernández Mouján podría asimilarse a la diferencia que hay entre una inteligencia social, tendiente a provocar un cambio, y una inteligencia solidaria, en la que la realidad está dándose más allá de todo manipuleo de información (2004: 13).
La necesidad de adaptar el instrumento de investigación precisamente, entonces y ahora, había surgido de lo que tanto el autor como, entre otros Gino Germani consideraba un avance del racionalismo lógico-matemático o positivismo que muchas veces trajo aparejado desconocer el carácter particular de la investigación en ciencias sociales, sin importarle muchas veces la incidencia del cambio y la dinámica institucional agregada a la social, llevando a una distorsión en la evaluación de los resultados (1964: 40 y sig.).
Si bien desde el inicio se entendió el instrumento de investigación como una excusa para la aproximación a esa realidad que derivaba en el fracaso escolar, en ningún momento se pensó profundamente en ese como el objetivo general del trabajo. Este debería brindar cierto conocimiento sobre áreas no cubiertas por la práctica cotidiana y debería ser útil a la comprensión de una realidad muchas veces distante. El autor mencionado más arriba entiende el conocimiento como la capacidad de la mente humana de entender la realidad y plantea mediante un ejemplo de Fromm y Suzuky una distinción importante: entender la realidad sería como entrar en el jardín o en el bosque donde se encuentra la flor, de manera tal de intentar sentirse parte de este, respirando su aire para alcanzar la flor desde la misma atmósfera en que vivimos. “Una vez sumergido en esta realidad me abro a toda in-formación que resuena en uno hasta que la intuición logra imaginarse la flor del bosque orientando recién entonces mi conciencia ampliada hacia el foco de atención de la conciencia del Yo, que observa la flor como dato objetivo. Con esta noción inteligente de la flor, puedo o no cortarla y analizarla” (2004: 10).
Si bien psicólogo, el autor señala algunos de los planteos más importantes que se platean a la hora de entender una realidad que está dándose. Y sin embargo haría falta despegar los fines del presente trabajo del fin terapéutico o psico-social. Por ello se hace necesario subrayar los objetivos como parte de un rol social, en primer lugar, desde sus aspectos institucionales y hasta políticos, antes que una iniciativa que responde a un planteo personal o subjetivo.
En el trabajo anterior se hacía mención a los informes del Director Sarmiento, pero no se tuvo en cuenta debidamente el contexto en que estos se hacían. Era práctica común de la época que los diarios publicaran diariamente la estadística volcada por cada una de las reparticiones que entonces formaban parte del proyecto institucional del país. Como secciones comunes aparecían las nóminas de casamientos, nacimientos y defunciones. Una vez al año se publicaba el censo parcial que cada ministerio reclamaba a sus escalafones provinciales. Un diario entonces podía entenderse como una hoja de ruta de una nación en crecimiento. (Como ejemplo puede verse el cuadro del número de escuelas públicas y privadas publicado en La Tribuna Nacional, diario de Vélez Sarsfield, 11 de julio 1887, p. 2) Con el tiempo, esa función estadística fue perdiéndose y fue incorporada a los balances internos de las instituciones especializadas que fueron creándose a los fines censales. Sin duda fueron dos los motivos por los cuales esa práctica cotidiana fue dejada de lado: en primer lugar el cambio en los intereses de los lectores, cuya población fue ampliándose hasta que la prensa se constituye como un pasatiempo en muchos de los casos, y en segundo lugar por el avance mismo de las ciencias que implicaban esas recopilaciones de datos, esto es la especialización. En este sentido nos enfrentamos con una hipersimplificación, como se verá en el cuestionario, pero que junto a los principios metodológicos generales lleva a una valoración muy distinta del “ascetismo” metodológico que aquella conllevaría. (1964: 57)
Germani en el trabajo mencionado dice que llegó a ser absurdo “rebajar el nivel científico al nivel del desarrollo del contexto social.” (Fernández [1958] en: 1964: 55) La explicitación excesiva de este avance llevaba muchas veces a la inhibición metodológica, reduciendo al científico a un mero intérprete de datos, y luego a la instrumentalización del saber como planificación direccionada. Precisamente el trabajo de Germani se mueve en dirección contraria a las políticas extranjeras que muchas veces se intentó implementar en América Latina.
La adaptación puntual que se veía como necesaria a la hora de crear el instrumento de investigación surge precisamente del requisito de evaluar las condiciones concretas. Por ello el instrumento se vio como un recurso para entrar en contacto con el contexto desde donde se investigaba, aunque como queda dicho no agotando los objetivos del trabajo. Lejos del método de descripción densa de Clifford Geertz, el cual supone que el investigador se establezca en la cultura que se estudia, la metodología debía reunir una serie de elementos fácilmente reconocibles por los participantes y que permitiera al investigador salir por el mismo lugar por donde había entrado, en mayor medida dado que las entrevistas se desarrollan en el término de una hora y media en el momento en que se lleva a cabo el comedor de la colonia de verano. A partir de esos elementos reconocibles se hace explícito que la función del trabajo persigue un mejoramiento del ambiente general, a partir de la comprensión que posibilita a un supuesto mundo académico, institucional o empresarial, y la cual supone como contrapartida un adiestramiento particular a un profesional que en otro momento se desenvuelve en el área escolar, como rasgos principales de una experiencia que se entiende como autocontenida desde sus supuestos y resultados en el desarrollo de las entrevistas.
Dijimos que la perspectiva psicológica no se encuentra en el umbral del presente trabajo de investigación. El desempeño del psicólogo involucra fuertemente el trabajo intersubjetivo, y el objetivo planteado aquí se aparta del punto de vista psicológico, como así también psico-social. Lejos de las metas que se persiguen estamos para establecer patrones de conducta, como así tampoco involucrar la estructura social que se observe a esquemas parentales más allá de que estos tengan su relevancia en otros desarrollos disciplinares.




Al igual que el trabajo anterior, el instrumento de conocimiento preponderante será el de la entrevista. Para este fin, el cual definimos antes como “excusa participante”, y versará sobre la relación de los vecinos con respecto al barrio, en cuanto al transporte, la recreación, las actividades comerciales y laborales, usos y relevancia del aspecto institucional, son algunos de las instancias en que se encuentra donde está este trabajo. Las cuestiones sobre las que se preguntará constituyen en sí el supuesto del observador (Geerz, ) y versarán sobre los siguientes puntos:

¿dónde se provee de los enseres de la vida diaria? (supermercado mercadito almacén, ¿dónde compra más regularmente?

¿concurre a alguna feria, shoping o mercado? ¿cuál?

¿cuáles son los medios de transporte que usa más comúnmente?

¿en caso de emergencias médicas? ¿dónde concurre?

¿mira televisión? ¿qué programas, series o películas son de su preferencia?

¿qué (otra) actividad realiza en su tiempo libre?

¿qué hacen sus hijos en sus tiempos libres?

¿concurren a algún club, asociación comunitaria, religiosa o sociedad de fomento?

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