Activación de la sensibilidad pédica

Ejercicios corporales clásicos 

por Oscar E. Asent

Los pies poseen características particulares a cada persona,y en la mayoría de los casos estas responden al uso que se hace de ellos.
1-sentarse de manera tal de poder masajear y reconocer internamente la conformación propia de los pies, en ambas caras y por sus costados, utilizando principalmente la palma de las manos
2-masajear el arco plantal, hasta llegar al objetivo en (7)
3-reconocer con el mayor rigo posible los sistemas que componen el pie: musculación, tendones y huesos
4-poner especial atención en la constitución ósea, recorrer con las yemas de los dedos la estructura del pie teniendo en cuenta su distribución axial que parte, y se apoya en, el calcáneo, pieza que otorga su forma y plasticidad al talón. 
5-de la serie de "nervaduras" que representarían los huesos del pie, reconocer con el tacto, sus tres divisiones principales y realizar para cada una todas las calidades de movimientos que serían posibles en una situación ideal de relajación y respuesta tendo-muscular:
·la primera compuesta de huesos grandes y alargados, cuyas piezas representan el sistema de menor movilidad luego del talón; no son huesos tan fijos como los de este último, pero su calidad de movimiento es menor al de los metacarpos, por ejemplo (segundo conjunto) 
·el siguiente sistema comienza allí donde se divide planta de "dedos"; de las tres, es la que permite mayor calidad de movimiento (rotación, flexión, supinación y extensión)
·finalmente la tercera, que corresponde al tramo final donde se alojan las uñas, tal vez la zona que menos atención recibe en relación contraria a su importancia; en esta también pueden realizarse todo el espectro de movimientos articulares, aunque posiblemente los mismos produzcan dolor
6-el ejercicio de reconocimiento y movimiento estará completo cuando los efectos de dolor, y cosquillas, desaparezca
7-de pie, sentir el apoyo completo de las plantas; también esto puede realizarse acostado sobre una colchoneta, con las rodillas flexionadas y los talones junto a los glúteos; esto es, tanto para el primero como para el quinto carpiano, con especial cuidado en éste, puesto que una de las posturas patológicas de esta pieza, la más diminuta del pie, es su situación flotante respecto de las restantes: debemos insistir en llegar al completo apoyo de todo el pie
8-una vez obtenido un control sobre el apoyo total plantal, caminar sin dejar de atender a este punto: primero con paso normal, luego ensayando otras calidades de pasos. De alternarse a distintos puntos de apoyo, de acuerdo a la plasticidad que quiera dársele a la marcha, volver siempre a situación de completo apoyo
Sugerencia de calidades de paso:
-con saltos, ya sea en puntas de pie, usando la parte dorsal (costados interno-externo), o  sobre los talones, arrastrando (sin despegar los pies o la sección elegida), ya sea lateralmente, o avanzando de frente o hacia atrás, etc., siempre constatando el uso completo de las distintas partes del pie 

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